Alimentación de Verano

La alimentación  no siempre refleja una adecuada nutrición y que mejor momento que las vacaciones de verano para reforzar los mensajes positivos en nuestros hijos que los lleven a tomar decisiones inteligentes y responsables sobre sus alimentos.

Los hábitos alimenticios de las personitas en edad escolar están ampliamente influenciados por las características sociales y de organización en la familia.  El verano supone un cambio en dónde disminuyen las rutinas y aumenta el tiempo libre que tienen los menores. Hay  menos prisa por cumplir con horarios y actividades escolares, lo que genera un ambiente de relajación para los tiempos que se dedican al descanso, los juegos, la televisión y por su puesto la alimentación como son el desayuno, la comida y la cena,  y ya que los menores pasan más tiempo en casa, las vueltas a la alacena o refrigerador se vuelven más frecuentes.

 

Debido a estos cambios y aunado a las altas temperaturas que acompañan al verano,  es recomendable no descuidar la alimentación de los menores desarrollando estrategias alimentarias de esta temporada que ofrezcan alternativas de una alimentación rica y saludable, que a su vez nos ayude a reforzar los mensajes positivos  sobre los alimentos que deben seleccionar para una adecuada nutrición, previniendo así una mala nutrición por exceso debido a las temidas vacaciones.

 

Es importante que estas estrategias de verano ayuden a los menores a tomar decisiones inteligentes sobre los alimentos que consumen, pero también debe ser visto como parte de una formación integral de largo plazo en la cual se fomenta en los menores los buenos  hábitos de alimentación para que crezcan adultos sanos:

  • El desayuno, aun en vacaciones es imprescindible para que puedan empezar un día lleno de actividad. Este debe incluir alimentos de origen vegetal como frutas, verduras y cereales y alimentos de origen animal.
  • Realizar de 3 a 5 comidas al día (desayuno, comida, cena y dos colaciones) saludables y acorde a los requerimientos de la persona.
  • Tratar de mantener los horarios de comida lo más cercano a lo habitual, saltarse comidas ocasiona descompensaciones en el organismo, además de que fomenta el consumo de otros alimentos con una mayor densidad calórica.
  • Ofrecer colaciones saludables a base de frutas, verduras, cereales integrales, lácteos descremados.
  • Permitir que los menores participen en la planeación del menú y preparación de los alimentos.
  • Ofrecer agua natural o bebidas preparadas en casa a base de frutas, evitando bebidas embotelladas como jugos y refrescos.
  • Fomentar el conocimiento de los alimentos que consumen y los beneficios que aportan a su organismo y por ende a su salud.
  • Moderar el consumo de dulces y botanas.

 

En estas vacaciones además de fomentar los buenos hábitos de alimentación, ofrezcamos espacios de tiempo a nuestros hijos para realizar actividad física.

http://www.fao.org/school-food/es/

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Nota sobre el autor:

Coral Moctezuma Alcántara

Lic. en Nutrición y Ciencia de los Alimentos

Cuenta con una amplia experiencia en el diseño, desarrollo y fabricación de alimentos y bebidas no alcohólicas, en dónde el objetivo sea ofrecer productos con la más alta calidad nutrimental que ayude a una adecuada alimentación y conservación de la salud.

 

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